
Nunca fui buena para obedecer, nunca fui amable, jovial y cortès, no me importa la distinción, ni tampoco la resurrección. Por màs que me quieran cambiar, eso nunca lo van a lograr.
No soy rebelde a domesticar, los mandamientos no me mandaràn, no me importa la compresión, solo quiero la insumisión. Por màs que me quieran cambiar, eso nunca lo van a lograr.
En el infierno yo tengo un lugar, en el infierno prefiero estar, ya ves, el infierno no puede esperar.
Nunca fui parte de esta estupidez, y del rebaño lejos estaré, no me importa la redención, ni tampoco mi crucifixión. Por màs que me quieran cambiar, eso nunca lo van a lograr.
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